Guerrila Pop
La película comienza con un montaje tipo videoclip de adolescentes bailando en la playa, con música estridente acompañando las imágenes que rebosan la pantalla de sexualidad y excesos. Mucho culo, mucha teta, mucho alcohol. Desde el inicio se marca el tono que va a acompañar a toda la película: la narración va de la mano del montaje y de la música, como un largo videoclip musical que pretende, más que contar una historia, imprimir una idea. Esa idea exagerada y demasiado recargada es la de una cultura teen ultra pop ultra exagerada y ultra recargada que se viene a pique. De ahí la elección de las actrices, dos de ellas de la factoría Disney, Selena Gomez y Vanessa Hudgens, otra actriz adolescente símbolo de pureza como Ashley Benson, y Rachel Korine, la mujer del director. Todas ellas con su inocencia marcada, donde predominan los colores chillones, las mochilas de peluche, las canciones de Britney Spears y la amistad como único axioma. Pero por otro lado el choque de esa imagen con la sexualidad exacerbada, el crimen, las drogas, el alcohol, el otro lado de Britney, cuya vida es prácticamente una Spring Breakers pero más real, y por lo tanto menos atractiva.
No hay una mirada crítica del director sobre ese estilo de vida. En ningún momento parece querer juzgarlo ni mostrar las duras consecuencias. No se para a mostrarnos quién terminó mejor, la que se pudo bajar a tiempo o la que se quedó hasta el final. No hay bajada de línea. La historia es un medio para ordenar las imágenes, que saltan de atrás hacia delante a un ritmo vertiginoso y hacen que la lógica y la verosimilitud del relato queden en un segundo plano. Un amigo y colega enojado al salir del cine reclamaba el sexo y la violencia explícita adeudada según él en el film, no como un deseo personal que no fue satisfecho, sino que la exigencia era porque estaba convencido de que lo mostrado inicialmente debía desembocar en escenas más jugadas, por una cuestión de coherencia estética. Lo cierto es que la película muestra en las primeras imágenes lo que va a mostrar en toda la película. La idea de espera está presente todo el tiempo, uno espera el orgasmo, espera el climax físico. Parece que amagan siempre a utilizar esos falos que no paran de lucir, pero al momento de disparar hacen poco ruido.
Las escenas delictivas son realmente memorables, tanto la inicial con la cámara desde el auto que espera a las niñas devenidas criminales para escapar mientras hace un travelling alrededor de la tienda donde se comete el hecho, hasta el montaje de los robos violentos mechado con imágenes de James Franco tocando el piano para ellas mientras cantan Britney Spears. Ese contraste es el que recorre toda la película de principio a fin.
Spring Breakers: Viviendo al Límite (¿Por qué la aclaración?) es una película diferente, provocadora en varios niveles. Es que su director Harmony Korine es un multipremiado director de festival y la única razón por la que se estrenó esta película en nuestro país es porque la protagonizan las famosas chicas Disney y James Franco. Más allá de las razones, es una buena oportunidad para ver una película diferente y algo más arriesgada que todo lo que viene del norte.
Titulo Original: Spring Breakers // Dirección: Harmony Korine // Reparto: Selena Gómez, Vanessa Hudgens, Ashley Benson, Rachel Korine, James Franco // Guión: Harmony Korine // Origen: Estados Unidos (2013) // Duración: 94 minutos // Género: Comedia, Policial // Fecha de Estreno en Arg: 09 de Mayo de 2013