El Ciudadano es sin dudas una de las mejores películas de la historia del cine y fue dirigida por el mítico Orson Welles. Aquí encontrarán una responsable, pero tímida e incompleta reseña sobre uno de los films más complejos que me ha tocado criticar.
Es increíble pensar que Orson Welles debutó en la pantalla grande con un film como El Ciudadano, no solo por la complejidad, calidad y originalidad que representa, sino incluso también por la cantidad de simbolismos que tiene y la increíble profundidad en la historia. Todo ello lleva a que aún hoy se sigan haciendo varias relecturas sobre esta impresionante película. De hecho considero a El Ciudadano la opera prima más grande que se haya hecho en el cine.
RKO le dio via libre a las ideas de Welles, dejando que lleve adelante una producción sin “censurar” las ambiciosas innovaciones que quería llevar adelante para este proyecto. Sin dudas El Ciudadano es uno de esos milagros que el cine nos regala muy de vez en cuando, debido a que es muy complejo imaginar que le otorguen el control total de una cinta a un debutante en la pantalla grande, más allá de que Orson era un famoso personaje para la desaparecida productora por sus elogiadas apariciones en radio y teatro.
El Ciudadano comienza mostrándonos la muerte de Charlie Kane que agonizando en un sillón deja caer al piso un adorno de vidrio. Así nace un relato que jugará varias veces con los tiempos, yendo hacia el pasado y el presente en la película. Al momento que ese adorno cae se le escucha a Kane susurrar una palabra: “Rosebud“. A partir de allí comienza una especie de noticioso mostrando un mini documental con los momentos principales de la vida del recién fallecido. Este documental representa una original y brillante manera de presentarnos un personaje, y es así como entenderemos que Kane fue un exitoso empresario que dotado por una gran visión estratégica de los medios de comunicación logró encumbrarse en lo más alto de la pirámide comunicacional de los Estados Unidos. Lamentablemente enceguecido por su ambición y un irracional amor por Susan, comenzó a perder los valores que al principio eran mandamientos para él, a tal punto de excribirlos en un papel que luego le será devuelto para mostrarle el hombre que alguna vez fue, y con ellos se fue perdiendo en su mundo, quedando solo y abandonado. Buscando un enfoque diferente a la mayoría de las noticias y videos que se venían mostrando sobre este acontecimiento un periodista comienza a investigar el significado de la última palabra de Kane antes de morir, entrando así como parte de la investigación y por medio de charlas con sus amistades más cercanas en las miserias de la vida de éste.
Muchos eruditos sobre este hermoso arte han afirmado que El Ciudadano no puede ingresar dentro de la carátula de Cine Negro o Film Noir, debido a que este catalogamiento se encuentra muy asociado al género policial, cuando yo creo que nadie puede negar que Orson Welles aplica en esta película varias características que tiene ese cine que en la fecha de rodaje de este film, recién comenzaba a conocerse. Al igual que muchos Films Noir, El Ciudadano utiliza como uno de los recursos narratorios principales al flashback, un elemento que abunda en las películas de Cine Negro. Otro de los recursos que toma y quizás el más importante a la hora de afirmar la pertenencia de este film al Cine Negro es la oscura estética -emparentado sensiblemente con el expresionismo alemán- que le dio a su opera prima, algo que se puede apreciar en lo lúgubre de todos los planos. Por último encontraremos en varios pasajes la clásica voz en off que también se ha utilizado en muchos films que se han encolumnado bajo los mandamientos del Film Noir. Ahora me pregunto: ¿Puede una película que contiene todos estos elementos no ser un Film Noir? En mi humilde opinión, no. Si un animal tiene trompa, cuatro patas, tiene orejas grandes y se llama Dumbo, ese cuadrúpedo es sin dudas un hermoso elefante.
La profundidad de campo, la utilización de los techos en los estudios, la espectacular fotografía y varios travellings que quedáran para el recuerdo, son apenas algunos de los aspectos técnicos más sobresalientes de este film.
Como si la dirección de este film no fuera suficiente, Welles interpreta el rol estelar de la película, caracterizando de manera brillante a este ambicioso empresario que muere de manera solitaria. Hay algunas interesantes metáforas aplicadas con la utilización de la mencionada extensa profunidad de campo que demuestran el estado del personaje principal del film, como la escena donde Kane discute con Susan y de fondo se aprecia un hogar estufa de moderado tamaño. Cuando la discusión avanza, Kane se acerca al hogar, quedando terriblemente pequeño al lado de éste, como queriéndonos demostrar la pérdida de poder que ha sufrido este papel a lo largo del film.
Más allá de la gran interpretación de Welles, no hay que dejar de mencionar las excelentes apariciones de Joseph Cotten, en el papel del amigo Jedediah Leland.
El Ciudadano representa un clásico para la historia que inmortalizó a Orson Welles para toda la eternidad.
Titulo Original: Citizen Kane // Dirección: Orson Welles // Reparto: Orson Welles, Joseph Cotten, Dorothy Comingore, Agnes Moorehead y Ray Collins // Guión: Herman J. Mankiewicz y Orson Welles // Duración: 119 minutos // Género: Drama // Fecha de Estreno en Argentina: 27 de Agosto de 1941