El Golpe (1973)

La gran estafa

A comienzos de los setenta George Roy Hill vuelve a juntar a Robert Redford y Paul Newman para filmar El Golpe, luego de la brillante Butch Cassidy and the Sundance Kid, en lo que vendría a ser su ópera cumbre y una de las películas comerciales más grandes de la historia del cine.

A grandes rasgos El Golpe nos contará cómo dos estafadores deben vengar la muerte de “uno de los suyos” estafando a un poderoso gángster que posee en su bolsillo a corruptos policías, asesinos a sueldo y varios influyentes políticos.

Al igual que con Casablanca, Doce Hombres en Pugna, El Gran Escape y tantas otras obras maestras, cada tanto el cine comercial nos regala estos disfrutes sin fisuras que vienen a demostrarnos que este tipo de películas industriales son tan necesarias como las cintas donde la firma de un autor se encuentra más presente, siendo estas últimas cintas las encargadas de romper el molde en la década del estreno de El Golpe. Más allá de que obviamente hay grandes directores, como Steven Spielberg, Martin Scorsese o Alfred Hitchcock, que han conseguido plasmar sus ideales sin dejar de lado el clasicismo que muchas veces impone el cine comercial.

George Roy Hill narra con total soltura, paciencia y maestría en sus 129 minutos de duración el plan que llevan adelante Henry Gondorff y Johnny Hooker, encarnados de manera brillante por Paul Newman y Robert Redford, y en donde encontraremos una historia bigger than life por excelencia, pero sin dejar de lado el desarrollo y la construcción de los personajes principales y secundarios. A ver, El Golpe es perfecta y no posee ninguna fisura en todo su metraje, gracias a que el guión escrito por Ward (uno de pilares en este tipo de películas) va desarrollando y contando la historia, todo en su justa medida, sin develar ningún detalle a destiempo o apresuradamente. Incluso nos encontraremos con mentiras adentro de mentiras, adentro de otras tantas mentiras, que con el pasar de los minutos y principalmente sobre el final se van aclarando una a una sin enredarse en ningún pasaje.

Volviendo a la pareja protagónica encarnada por los mencionados Paul Newman y Robert Redford, hay que destacar que vuelven a presentar un carisma de la gran siete llegando a mostrar una de las químicas más envidiables de la historia del cine protagonizadas por dos estrellas que en ese momento se encontraban en la cima de sus carreras. Obviamente que Robert Shaw también se lleva sus momentos teniendo a cargo el papel del villano del film, donde la maldad y sus pocos escrúpulos salen disparados en cada mirada.

No quería despedirme sin dejar de mencionar la magistral musicalización del film a cargo de Scott Joplin y retocada por Marvin Hamlisch que encaja a la perfección en cada una de sus apariciones, sobresaliendo principalmente en la presentación de los capitulos, como así también la hermosa e impecable “construcción” en la ropa, bares y hoteles de los años 30.

El Golpe es una obra maestra con todas las letras que no ha perdido ni un solo ápice de frescura gracias a la soltura en su narración, su perfecto guión y las carismáticas actuaciones de sus protagonistas.