La Naranja Mecánica es un film que marcó una época en el cine y nadie puede estar en contra de esto. Podemos discutir distintos apartados de la mítica obra de Stanley Kubrick, pero jamás podremos poner en duda su calidad de clásico de visión obligatoria para cualquier amante del cine.
Este film, ambientado en un futuro incierto, nos contará la historia de Alexander DeLarge, un joven adolescente que se encuentra al frente de una pandilla de locos que disfruta de la violencia. Es quizás por algunos abusos de poder y también por hacer uso de esa amada violencia en contra de sus propios “súbditos”, que Alex es traicionado por estos muchachos cometiendo una terrible fechoría y siendo capturado por unos policías. Allí Alex comienza a vivir una nueva vida, alejada de la rebeldía que impuso en el pasado, donde sometió a amigos, padres y todas las autoridades conocidas, a favor de su voluntad.
Alex es condenado a prisión por 14 años, pero al entablar una amistad con el cura de la cárcel logra conseguir una importante información sobre un tratamiento que lo beneficiaría con una salida en apenas dos años. Accediendo a dicho tratamiento, este muchacho es llevado a una especie de clínica en donde le realizarán un terrible lavado de cerebro que le impedirá volver a cometer cualquier acto de violencia. Cuando el mismo finaliza y se comprueba su “buen” resultado Alex es finalmente liberado.
Lamentablemente lo que no supone el protagonista es que la ansiada libertad significará un acceso a un mundo completamente diferente al que él habitó, sufriendo la venganza de quienes el maltrató en el pasado.
Dentro de los aspectos más sobresalientes de La Naranja Mecánica encontraremos una puesta visual altamente innovadora para comienzos de los 70. Stanley Kubrick lleva adelante una aventura visual realmente maravillosa y perfecta desde todo punto de vista. Cada encuadre, cada escenografía y cada aspecto de los personajes tiene una belleza macabra que genera un desconcierto altamente adictivo.
En las secuencias más violentas es cuando se ve un Kubrick en estado puro generando una ambigüedad de sentimientos impresionante. La escena donde Alex corta la ropa de la esposa del escritor para poder violarla, entonando a toda voz la celestial e inocente Singing in the Rain,es una pequeña muestra de esa sensación. Otro claro ejemplo de esto son las escenas de las feroces golpizas que llevan adelante los miembros de esta enfermiza pandilla musicalizadas con una hermosa música clásica que suena de fondo.
Hay momentos en que esa mezcla de sensaciones y sentimientos puede ser altamente insoportable y eso es lo más destacable del film, debido a que es eso lo que Kubrik buscó como resultado. En ningún pasaje del film entenderemos la psicología de Alex y tampoco conoceremos las motivaciones que lo llevaban a cometer semejantes atrocidades y es ahí donde considero que se encuentra la mayor irritación de la cinta. Al comienzo pareciera que la violencia mostrada por el director no tiene una explicación pero con el pasar de los minutos comprenderemos la razón del por qué éste decide mostrarnos semejantes secuencias, y al finalizar el film lo comprendemos en su totalidad.
Para La Naranja Mecánica, Kubrick se animó a llevar adelante su primer guión en soledad, obteniendo un escrito altamente eficaz que se encuentra bastante condimentado por las indescifrables palabras que se observan en el libro homónimo escrito por Anthony Burgess y que fueron utilizadas de alguna manera para que el paso del tiempo no influya en el futuro que intenta contar la obra.
La actuación de Malcolm McDowell es majestuosa y se ve una unión terriblemente amalgamada a los deseos que Kubrick quería expresar en el personaje principal de una de sus películas más irritantes. Es sabido que el director tenía una altísima obsesión por la perfección y McDowell afirmó en varias entrevistas que al único actor que no hacía repetir sus escenas era a él, debido a que siempre lograba los resultados que Kubrick quería. Esta es una fiel muestra de la gran cohesión que existió entre estos dos intérpretes al momento del rodaje.
La Naranja Mecánica representa una provocadora e irritante versión del mejor Stanley Kubrick y su visión es de carácter obligatorio para cualquier cinéfilo.
Titulo Original: A Clockwork Orange // Dirección: Stanley Kubrick // Reparto: Malcolm McDowell, Patrick Magee, Michael Bates, Warren Clarke, Carl Duering // Guión: Stanley Kubrick // Duración: 136 minutos // Género: Drama // Fecha de Estreno en USA: 2 de Febrero de 1972