Adam (ton/">Tom Hiddleston) y Eve (ton/">Tilda Swinton) son dos vampiros de la vieja escuela. Además de haber perdurado unos cuantos siglos (los suficientes como para haberse juntado con Byron, Mary Shelley, Christopher Marlowe o Nikolas Tesla), mantienen las características de los vampiros tradicionales: nada de brillar bajo el sol o hacerse planteos éticos sobre su ingesta de sangre. Ellos viven y trabajan en las sombras, las de la noche y el anonimato; como Adam, prolífico y millonario compositor que se mantiene recluido y esquiva a sus fans gracias a la ayuda de su joven y entusiasta asistente Ian (ton-Yelchin/">Anton Yelchin, que despierta tanta ternura como un cachorrito vestido de pantalones Oxford).
Deliciosamente gótico (pero no por ello menos autoconsciente e incluso burlón para con los héroes románticos byronianos) el personaje de ton/">Hiddleston, quien languidece en pantalones de cuero dentro de su cueva repleta de terciopelo y aparatos - híbridos de lo analógico y lo digital-, le encarga una bala de madera, mientras contempla la idea de poner fin a su extendidísima existencia, desencantado de lo que hemos convertido al mundo los zombies (como se refiere cariñosamente a los humanos). No es coincidencia que Adam resida en Detroit, ciudad que es símbolo de viejas glorias, de una época donde la humanidad creía en grandes relatos y modelos ambiciosos de producción que se volvieron en nuestra contra, dejando todo en ruinas.
Eve, en cambio, se encuentra en Tánger, otro espacio híbrido pero de las culturas occidental y oriental. Allí se relaciona con el antes mencionado Marlowe, un encantador John Hurt con el que intercambia aún más encantadoras conversaciones sobre pasado y futuro de la humanidad y chistes sobre la verdadera identidad de Shakespeare. Más etérea que nunca y poniendo su androginia al servicio de la sensualidad, el personaje de ton/">Swinton percibe los problemas de su longevo esposo y le hace una visita.
ton/">Swinton y Hiddleston parecieran conocerse hace tantos siglos como sus personajes. Manejan a la perfección los tiempos y el tono del otro para complementarse como lo hacen el optimismo y serenidad de Eve con la desesperanza y exaltación de Adam. Deberían actuar juntos en absolutamente todos sus próximos proyectos. Y dirigidos por Jim Jarmusch, quien utiliza a sus vampiros para recorrer no sólo a la Detroit post crisis y la (desde su cámara, invitadora) desolación de varios de sus rincones, si no también explorar las relaciones y las pasiones en el tiempo, bajo la excusa de la inmortalidad de sus protagonistas. Desde la visión de un melómano y referente compulsivo de productos culturales como lo es el director de Coffe and Cigarettes, obviamente la forma de vivir y, fundamentalmente, sobrevivir a la eternidad es desarrollando una pasión que lleve a consumir ávidamente (quizás más que a las bolsas de sangre de las que se alimentan) expresiones creativas: en el caso de Adam música y ciencia, en el de Eve, libros. El amor eterno a algo y a un otro es lo que los hace perdurar, a la distancia y en la cercanía.
Only Lovers Left Alive es hipnótica, como si se tratase de una versión audiovisual de Venus in Furs.
No en vano la banda sonora a cargo de Sqürl (liderada por el mismo Jarmusch) recuerda por momentos a la viola de John Cale y la guitarra de Lou Reed. Como la canción de la Velvet Underground, la película pareciera manejarse en movimientos de espirales (como los recorridos nocturnos de sus protagonistas), al mismo tiempo concisa en su tema pero tomándose el tiempo para la dispersión, jamás aburriendo. Jarmusch busca una cierta belleza, sin embargo, no cae en el preciosismo; su film podría ser perfectamente un producto diseñado para atender cada necesidad de referencias de un público ABC1 obsesionado con la cultura pop, pero la calidez con la que retrata a sus personajes la convierte en una de las grandes historias de amor de esta década.
Título Original: Only Lovers Left Alive // Dirección: Jim Jarmusch // Reparto: Tilda Swinton, Tom Hiddleston, Anton Yelchin, John Hurt // Guión: Jim Jarmusch // Origen: Reino Unido (2013) // Duración: 123 minutos // Género: Drama, Romance // Fecha de Estreno en ARG: 07 de Abril de 2014 (BAFICI)