Orgullo y Prejuicio (2005)

En más de una oportunidad he críticado a Joe Wright por su Expiación, Deseo y Pecado, pero luego de varias y confiables recomendaciones me digne a darle una nueva oportunidad y ver Orgullo y Prejuicio que vendría a ser su opera prima y el punto más alto en su escasa filmografía.

Orgullo y Prejuicio está basada en el Best Seller escrito por Jane Austen que nos contará la difícil  historia de amor entre Lizzy, una jovencita de clase media, y Sr. Darcy, un acomodado caballero de Inglaterra.

Las dicotomias sociales distancia a los protagonistas, pero lo que realmente no los deja concretar sus ocultas intenciones son la poca química que tienen en sus primeros encuentros y un sin fin de malos entendidos que no hace más que postergar sus ilusiones. De hecho esas primeras impresiones marcarán de sobremanera la concepción de Lizzy sobre Darcy.

Es en esa diferencia de clase donde hay que destacar el buen rumbo que toma la historia que cuenta Wright, alejándola de todos los típicos vicios que tienen las tramas de amor “de época”. En Orgullo y Prejuicio los mayores impedimentos que se cruzan en el camino de los protagonistas no son familias oponiendose a su amor, sino que la dificultad que deberan superar para poder estár juntos son sus miedos, sus correspondientes orgullos y sus prejuicios, justamente.

Un factor que llamo mi atención y que realmente no esperaba luego de haber visto hace unos años la sobrevalorada Expiación, Deseo y Pecado, es el gran ritmo que posee el film. Incluso los ratos de comedia a cargo de la madre de las muchachas, quitan la molesta solemnidad que tienen este tipo de producciones.

Tanto Lizzy como Darcy, y sin dejar de lado al resto de los personajes de esta gran historia, tienen unas líneas de dialogos brillantes que fueron dotados por palabras punzantes y sofisticadas, que terminan funcionando como terribles dardos que se lanzan uno al otro en cada cruce que participan en las dos horas de la película.

Keira Knightley y Matthew Macfadyen fueron los encargados de personificar a Lizzy y Darcy, con una química y unas actuaciones realmente brillantes. La flaca de Keira lleva adelante una de sus mejores personificaciones con una interpretación donde la naturalidad, la simpleza y el encanto son sus principales atractivos, además de la siempre llamativa sonrisa que posee. En el otro rincón tenemos a un inspiradísimo Macfadyen que logra plasmar todos sus sentimientos ocultos en una triste, pero altanera y por momentos soberbia, mirada.

No quiero dejar de destacar las apariciones de Donald Sutherland, Brenda Blethyn y principalmente Judi Dench, que realmente son una delicia.

Orgullo y Prejuicio es por la original manera de afrontar la historia, sus excelentes actuaciones y una exquisita dirección una de las mejores películas “de época” que han salido en esta década.