El falso documental es algo que funcionó como una forma original de contar historias para dar cierta verosimilitud (y acercar al espectador quitándole el aire de imposible al relato), y además, para que jóvenes talentos pudieran hacer sus films con bajo presupuesto. Pero lo que funciona es negocio y esa idea transformó de forma en abuso y repetición, filmando con peor calidad, ocultando la falta de ideas y talento con el “improvisado” y “cámara en mano”.
¿Por qué hablar del falso documental? Porque de Noruega llega una película que utiliza ese registro pero de la manera adecuada. Reutilizando el mismo medio donde se desenvuelve para contar el relato.
La historia de unos jóvenes universitarios que filman un documental en búsqueda de un cazador despiadado de osos deviene en el encuentro con un cazador/policía de trolls. Este tipo, de aire hirsuto, al principio les rehúye pero luego los ve como un vehículo de poder terminar con el ocultamiento de trolls en Noruega y como el posible fin de su trabajo al que ya siente despiadado.
El falso documental en esta película sirve por diferentes razones. Una es porque en ese recorrido en busca de los trolls utiliza el paisaje propio de Noruega como justificación del relato. Los montes nevados, fiordos, cuevas y bosques es el territorio de los trolls. Un inmenso fuera de campo donde un árbol caído significa que alguno de ellos paso por allí, los cables de tensión son la prisión para tenerlo controlados y un puente destruido es que paso por debajo uno demasiado alto es el lugar perfecto para jugar esta aventura. Como aquella gran película llamada El proyecto Blair Witch este es un redescubrimiento del asombro que alguna vez tuvimos de niños.
El detalle que el cazador de trolls trabaje para el gobierno no es menor, de una de las sociedades más desarrolladas en donde todo es controlado lo fantástico no puede ser posible, hasta existe un formulario para completar al respecto. De ese encuentro de lo imposible con lo burocrático es de donde surge la mayoría del sentido del humor de la película que funciona y no se siente forzado.
Los efectos especiales son otro punto a favor, uno se encuentra con esos inmensos trolls que ayudan a la construcción del relato sin abusar de esas apariciones pero tampoco dejándonos con las ganas y aunque hay algunos planos que rompen la idea de documental no es nada tan grosero como para sacarnos de la historia.
El principal acierto de la película es que logra meternos en esa exploración por seres fantásticos y aunque haya riesgo, nos convertimos en esos protagonistas que no pueden dejar de mirar.
Titulo Original: Trolljegeren // Dirección: André Øvredal // Reparto: Otto Jespersen, Hans Morten Hansen, Tomas Alf Larsen, Glenn Erland Tosterud // Guión: André Øvredal // Duración: 103 minutos // Género: Terror, Fantasía // Fecha de Estreno USA: 21 de Abril de 2011