El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada

-And Aragorn gave it a new name and called it Andúril, Flame of the West. The Fellowship of the Ring

La leyenda del Rey Arturo ha pasado a la iconografía popular como sinónimo de inteligencia, honor y lealtad. Su espada, Excalibur, un símbolo de poder legítimo. Su capital, Camelot, un lugar idílico de igualdad, justicia y paz. Es un mito que ha evolucionado enormemente en la literatura (Le Morte d´Arthur, Thomas Malory, 1485; Life of King Arthur From Ancient Historians and Authentic Documents, Joseph Ritson, 1825) y, en menor escala, en la industria cinematográfica (Excalibur, John Boorman, 1981; First Knight, Jerry Zucker, 1995; King Arthur, Antoine Fuqua, 2004). Es el ejemplo, indiscutible, de la más pura fantasía heroica. Pero antes de pasar al análisis, recordar algunas características del género ayudará a entender las fortalezas y debilidades de Rey Arturo: La Leyenda de la Espada (King Arthur: Leyend of the Sword, Guy Ritchie, 2017).

En uno de sus numerosos libros Robert E. Howard (autor de Conan de Cimeria) definió la fantasía heroica como “Un tipo de relato fantástico cuya acción transcurre en un mundo imaginario, donde la magia es eficaz y todos los hombres son poderosos, todas las mujeres bellas, todos los problemas simples y todas las vidas aventureras”. En general el héroe lleva una vida común en la que un hecho fortuito cambiará su realidad por completo, poniendo a prueba sus capacidades, emprendiendo largos caminos llenos de aventuras y desventuras, con algún tipo de objeto mágico y guerras sin cuartel.

Y hete aquí la primera debilidad de El Rey Arturo, lo trillado de su historia. Luego de ver una rápida (e innecesaria) escaramuza entre Uther Pendragon (Eric Bana) y Mordred, hechicero y enemigo de Camelot, seguido de un rápido y mortal golpe de estado por parte de Vortigern (Jude Law), hermano de Uther, Guy Ritchie (director) y guionistas practican con exactitud lo mencionado en el párrafo anterior. Sin embargo, el humor y estilo poco ortodoxo de la narración, recursos que utilizó en la saga Sherlock Holmes (2009, 2011), lo hacen salir airoso de lo que pudo haber sido un bodrio interminable. Pros 1 – Contras 1.

La mayor debilidad de El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada es lo trillado de su historia.

Vayamos a otra importantísima característica, Héroe vs Villano. Charlie Hunnam interpreta de forma correcta a un impetuoso e imberbe Arturo. Más allá de la necesidad actual de modernizar los personajes para crear un estereotipo Cool, me da la sensación que en otras circunstancias habría hecho una buena labor. El caso de Jude Law (Vortigern) es más complicado, pues es un actor de una trayectoria monstruosa y lo hemos visto en varios papeles inolvidables; Jerome (Gattaca, 1997), Dickie (The Talented Mr. Ripley, 1999), Gigolo Joe (A.I., 2001), Vassili (Enemy at the Gates, 2001), etc. Pero en esta oportunidad pareciera haber trabajado en piloto automático, solo que gracias a sus dotes actorales su desempeño no fue pésimo. Pros 2 – Contras 2.

Opino que el punto de oro radica en el hecho de no pretender ser más que una película de entretenimiento. Porque Rey Arturo: La Leyenda de la Espada es entretenida, y por sobre todo fiel a la (in)coherencia de su propia cosmogonía. El film de Ritchie no trata de reinterpretar el mito o de situarse en una época histórica específica, solo son las aventuras de Arturo antes de ser coronado Rey de Camelot, y su mayor acierto fue el de “tomar prestados” ciertos elementos de Lord of the Ring, Games of Thrones y de videojuegos como God of War o Assassin’s Creed para crear una buena (y fatua) diversión. Pros 3 – Contras 2. Winner!!

En conclusión, sin importar el debut decepcionante en cartelera o que perfile a ser uno de los mayores fracasos comerciales del 2017, El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada es una excelente opción a la hora de pasar un rato agradable y sin preocupaciones frente a la pantalla grande. Recomendada.