ParaNorman

Marque Z para zombie

De ParaNorman esperaba bastante, en parte porque el estudio encargado de la producción era el de la maravillosa Coraline y la Puerta Secreta, y también por el género que manejaba, el de zombies. La película tiene un aire a la lobreguez burtiana combinada con el terror de monstruos del cine B y su revisión del género zombie resulta más cercana a las metáforas sociales creadas por George Romero que a la de los veloces caníbales de nuestros días. La simpática tenebrosidad (después de todo, el niño ve fantasmas todo el tiempo) del relato es amable con el espectador aunque quizás para un niño pequeño puede resultar chocante en determinadas ocasiones, y el film, aunque no colmó mis expectativas, maneja una calidad de animación que se debe disfrutar en la pantalla grande.

Si acaso la animación es fantástica, de un trabajo artesanal perfecto, es en la narración donde no termina de ser lo suficientemente interesante, gozando de buenos momentos pero que se salva por el trabajo de stop-motion e ideas visuales más que por la historia que desea contar.

¡Apartate Sexto Sentido! otro niño habla con gente muerta. Aquí también la persona que no termina de irse “al otro lado” es debido a cuestiones pendientes, pero en este caso los fantasmas no buscan causar temor sino que son de los espíritus gentiles. Y Norman es el único que interactúa con todos ellos. Entonces, para que su tío pueda descansar en paz, debe cumplir una promesa contraída con él (más forzadamente que por interés personal) y que se refiere a realizar un rito anual para detener la maldición que recae sobre el pueblo, y que todos consideran solo una leyenda. Es el bueno de Norman el que debe proteger a ese pueblo en que todos lo ven con ojos desconfiados y que lo redujo al término de “raro”. De este comienzo donde se crea una directa empatía con Norman se va desarrollando una historia que va a culminar en un furioso enfrentamiento con la bruja (que no lo es tanto) en un momento visual fascinante y que hace valer la espera. En el camino se suma un amigo (al que primero intenta alejar) que funciona como buen comic relief brindando uno de los mejores chistes de la película (vinculado a un film slasher conocido). Esa dupla de amigos hace imposible no subirse a la aventura, el tema es que con el correr de los minutos el interés se va desvaneciendo a pesar de la incorporación de zombies, persecuciones y más personajes. El ecléctico grupo que acompaña a Norman para detener la maldición de la bruja está conformado por su hermana adolescente, el hermano de su amigo que es una estrella deportiva y el bully de la escuela, todos bastante estereotipados.

Sobre el final el tema de “lo bueno y lo malo” se verbaliza en extremo, eligiendo remarcar lo que ya se había presentado mediante las acciones. Parece que fue más fuerte la necesidad de explicar la lección del día, quizás por el público al que teóricamente está apuntado, no vaya a ser cosa de que los chicos hayan comido pochoclo sin haber aprendido nada.