Springsteen & I

Born to run

A poco más de un mes de su recital en Buenos Aires se estrena Springsteen & I, el documental sobre el inmenso Bruce Springsteen. Aunque a simple vista parece una película más basada en la figura de un ícono de la historia de la música (si, el Jefe es uno de los más grandes artistas que ha dado el Rock ‘n Roll) lo interesante de este film es el cambio en el punto de vista.

Producida por Ridley Scott, Springsteen & I no contará la historia del cantautor nacido en Nueva Jersey, tampoco pondrá extractos de entrevistas a grandes estrellas contando la influencia que fue para ellos haberse topado con Born to Run o Thunder Road. Incluso no habrá declaraciones de los integrantes de la E Street Band comentando el gusto que significó tocar con Bruce a lo largo de más de 30 años. Lo que compone el núcleo duro del documental son testimonios de los fans del Jefe grabados por ellos mismos. Estos testimonios van desde la sencillez de definir al músico de 64 años en tres palabras, hasta grandes anécdotas de locuras que hizo la gente para ver alguno de sus recitales. Hay grandes hallazgos como el simpático testimonio del muchacho de Manchester que lleva años siguiendo a Springsteen por Europa pero sólo por acompañar a su mujer y el cual pide encarecidamente que los recitales duren menos de 3 horas y media para no perder el último tren.

También existen dentro de este documental dirigido por Baillie Walsh momentos emotivos o excelentes historias como la del Philly Elvis, donde el testimonio del protagonista es intercalado por imágenes de la hermosa anécdota. En todo momento las grabaciones son interrumpidas de manera eficiente por su realizador, intercalando  extractos de conciertos de los comienzos de la carrera de Bruce que realmente son algo maravilloso para vivir y sentir en la pantalla grande. Además al final de los créditos no hay que irse porque el film pasará una pequeña y potente elección de canciones del recital en el Hard Rock Calling del 2012 y luego de eso un Epílogo que enaltece aún más la figura del Jefe. De alguna manera Springsteen & I es una excelente oportunidad para aquellos que aún no conozcan a Bruce Springsteen a pesar de haber vendido 120 millones de discos en sus casi 50 años de carrera.

Es que este documental logra transmitir la esencia de Springsteen, un tipo capaz de mantenerse desde los años 70 en lo más alto de la música internacional sin perder ni un mínimo ápice de su avasallante y cruda prosa.

Bruce es una figura descomunal, una persona capaz de abrazar a un fan que acaba de ser dejado por la novia antes de una canción, tocar los temas que la gente pide por medio de carteles o invitar en cada concierto a una chica a ser la nueva “Courteney Cox” de Dancing in the Dark. Es que el Jefe deja el alma en cada presentación, no hay muchas bandas (y la E Street Band ayuda por ser una bestialidad de acompañantes) capaces de tocar con ese nivel de intensidad a lo largo de tanto tiempo y ese grado de compromiso con el público hace de sus recitales algo único e inolvidable. Lamentablemente en la Argentina Bruce no tiene el reconocimiento que se merece, pero para los que no tuvieron la suerte de asistir a ese concierto colosal que dio en GEBA el mes pasado (sin ningún tipo de dudas el mejor concierto de mi vida) acá tienen una nueva chance de ver, aunque en el cine y no en su selva originaria, a una de las bestias más grandes que dió la música. La oportunidad de entender, y explicado por sus propios fans, la inmensidad de ese predicador del Rock ‘n Roll llamado Bruce Springsteen.