La película que responde los porqués. Por Nicolás Viademonte
Como bien menciona la sinopsis, X-Men: Primera Generación nos va a contar el inicio de la saga X-Men y buscará responder a los “porqués” de varias preguntas que siempre han existido alrededor de aquellos admiradores únicamente de la saga cinematográfica.
A lo largo de sus 132 minutos esta precuela se encargará de mostrarnos cuáles fueron las razones que llevaron a Erik Lehnsherr y Charles Xavier a convertirse en Magneto y el Profesor X respectivamente. También nos mostrarán el porqué del odio hacia la raza humana por parte del gran enemigo de los X-Men. Incluso sobre el final asistiremos a sacarnos una de nuestras mayores dudas: ¿Por qué el Profesor X no puede caminar? Pero sin dudas la cuestión más interesante que devela el film es el nacimiento de esa enemistad, que primero nació como una amistad, entre Erik y Charles.
Es por ser “La película que responde los Porqués” que X-Men: Primera Generación se dispone a contarnos minuciosamente los detalles del nacimiento de estos líderes mutantes y no se detiene en secuencias de acción innecesarias que podrían haber tenido un resultado más efectista y espectacular, pero que hubieran perjudicado totalmente a la profundización de los personajes. Seguramente en las secuelas posteriores (si es que se llevan a cabo) veremos menos respuestas y mucha más acción, debido a que esta cinta sirve como puntapié para reiniciar la saga y desarrollar la historia anterior a la trilogía iniciada por Bryan Singer a comienzos de siglo.
Metiéndonos un poco más en las secuencias de acción me resultaron muy poco espectaculares y demasiado frágiles, es decir que se notaba demasiado el efecto digital, algo que realmente no termino de comprender que pase en una película cuyo presupuesto resultó ser bastante abultado.
X-Men: Primera Generación tiene un elenco conformado por actores jóvenes donde se destacan en demasía por encima del resto James McAvoy en el papel de Charles Xavier y Michael Fassbender como Erik Lehnsherr. McAvoy lleva adelante una interpretación que logra destacarse en un rol que no era sencillo de personificar, debido a la bondad que representa el Profesor X. Al igual que el actor de Orgullo y Prejuicio, Fassbender, se luce con una actuación brillante por representar a un personaje que tiene una ambigûedad mucho más rica de demostrar. Lamentablemente Jennifer Lawrence y el resto de los jóvenes mutantes, separando a Nicolas Hoult y la hermosa January Jones, no logran conformar unas actuaciones sólidas. De hecho Lawrence navega toda la película con una inexpresividad insoportable. Realmente esperaba más de la actriz recientemente nominada al Oscar por su labor en Lazos de Sangre.
Del bando de los experimentados encontramos a un Kevin “Panceta” Bacon que tira en la cancha toda su experiencia caracterizando un villano a la altura de lo que una precuela de los X-Men necesitaba.
X-Men: First Class es una muy buena vuelta de los queridos mutantes a nuestras carteleras, que más allá de ciertas falencias, cumple perfectamente con lo que se propone.
De hombres y superhombres. Por Ulises Picoli
En esta nueva película de la saga (que es precuela) de las tres anteriores (hay que recordar que Wolverine es un spin-off, una derivación) se vuelve aún más presente y fuerte la idea de dualidad, de hecho, se asienta desde ese lugar y se dispara hacia lo que quizás sea lo más interesante de toda la serie: la amistad de Charles “Profesor X“ Xavier y Erik “Magneto” Lehnshern.
Cada uno de ellos representa dos realidades.
Charles se crió en la riqueza, vivió en un castillo (literalmente) y su poder mutante lo ayudó en su vida.
Erik sufrió la persecución nazi y vivió su infancia en un campo de concentración sufriendo vejaciones de todo tipo (incluido experimentos), y su poder mutante solo trajo muerte a sus manos.
Es difícil no simpatizar con el vengador Magneto (un gran Fassbender), perseguidor de nazis por todo el mundo (llegando inclusive hasta Villa Gesell en Argentina… pero acaso pensando en Villa la Angostura muestran montañas y un lago, debe ser que para Hollywood todas las villas son iguales) y es ahí en donde la película se hace fuerte, porque uno comprende las razones de Erik, uno siente una profunda empatía con su dolor.
Charles lo comprende y sufre a su lado, intentando calmarlo y que eso no nuble la calidad de persona que es.
Pero Erik irónica e inevitablemente (y aunque los humanos justifican en parte un posible exterminio como el que sufrió en su infancia) se convierte en un purista, pensando al mutante como un ser superior, como la evolución misma.
En este duelo de amigos es donde la película suma y sigue, McAvoy como Charles no queda mal parado pero queda un poco lejos de la profundidad que le imprime a su papel Fassbender. Charles es más frívolo y liviano, igual, es cierto, Magneto es un personaje mucho más interesante.
Entonces esta amistad, como dos formas diferentes de un mismo ser humano (se cita inclusive en un momento al Dr. Jekyll y Mr. Hide de Stevenson) es la fortaleza de la película.
Porque esta dualidad se explica con ellos: uno es pensamiento, razón y de un físico endeble (hecho que luego se pronunciaría con la silla de ruedas) mientras que el otro controla los cuerpos, es furia y pasión, amolda a su antojo la fría construcción humana(hasta un empaste de dentista).
Y como si fueran pocas las dicotomías, surge el enorme duelo ideológico, bélico y político del siglo pasado: EEUU y URSS.
Porque es en este contexto donde se desarrolla la película. En plena guerra fría un ex científico nazi quiere iniciar una guerra nuclear para que los humanos se eliminen.
Este papel, interpretado por un seductor Kevin Bacon (que parece siempre estar un paso adelante, relajado y con trago en mano incluido) es determinante. Él es el creador del espíritu tumultuoso y sediento de venganza de Magneto, a él necesita destruir para ser libre, aunque como le dice su amigo Charles, con él, su odio no va a terminar. Y tiene razón.
Como segunda al mando de Sebastian Shaw (Bacon) esta una gélida, y que bien le sale, January Jones (de la serie Mad Men) como una muy poderosa telépata. También se suman a ellos un par de ayudantes como asesinos mutantes, uno que genera tornados, otro con la capacidad de la tele transportación.
Por la otra parte, y de la mano de la CIA, Charles y Erik comienzan un reclutamiento para enfrentar al grupo de Shaw, lo que da lugar a un cameo muy divertido (que no voy a adelantar) y que permite la incorporación de algunos personajes nuevos, todos bastantes menores, poco desarrollados (a excepción de Mystique y Bestia) y no demasiado sorprendentes.
La película no da prioridad a las escenas de acción ni al vértigo narrativo, sino que se enfoca en los sentimientos, relaciones y en el concepto de ser diferente (algo a lo que también en las otras se le dio suma importancia) quizás por eso aquel que vaya en búsqueda de una película al palo y con puro efecto visual, pueda sentirse un poco defraudado.
Imperdible para el seguidor de la saga (creo que ni hacia falta aclararlo) y para aquellos que no vieron ninguna, una muy buena forma de empezarla.
Titulo Original: X-Men: First Class // Dirección: Matthew Vaughn // Reparto: James McAvoy, Laurence Belcher, Michael Fassbender, Kevin Bacon, Jennifer Lawrence // Origen: Estados Unidos (2011) // Duración: 132 minutos // Género: Acción // Fecha de Estreno en Arg: 2 de Junio de 2011