Comienza un nuevo Festival de Mar del Plata y Función Agotada se encuentra en la ciudad balnearia para realizar una cobertura a todo pulmón que tratará de abarcar variadas secciones que posee el único Festival Clase A que tiene nuestro país.
Dentro de este post iremos actualizando la cobertura de la nueva edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
En el día sábado 24 de noviembre se entregaron los premios oficiales y no oficiales del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata:
PREMIOS NO OFICIALES:
- FEISAL: De Martes a Martes, de Gustavo Triviño.
- ACCA: De Martes a Martes, de Gustavo Triviño.
- SICA: 7 Cajas, de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori.
- BSO: Searching for Sugar Man, de Malik Bendjelloul.
- SAGAI: Mejor actriz fue para Ximena Banús por Nosilatiaj, La Belleza, de Daniela Seggiaro; y Mejor Actor para Francisco Cataldi, por Pies en la Tierra, de Mario Vitali y Mercedes Franco.
- SADAIC: Paisajes Devorados, de Eliseo Subiela.
- DAC: Samurái, de Gaspar Scheuer.
- MOVIECITY: Puerta de Hierro, el exilio de Perón, de Victor Laplace y Dieguillo Fernández.
- WIP: El Día Trajo la Oscuridad, de Martín Desalvo.
- SIGNIS: The Deep, de Baltasar Kormákur.
- FIPRESCI: La Sirga, de William Vega.
PREMIOS COMPETENCIA INTERNACIONAL
- Astor de Oro a la Mejor Película: Beyond the Hills, de Cristian Mungiu.
- Astor de Plata al Mejor Director: Reis Çelik, por Night of Silence.
- Astor de Plata al Mejor Guión: Alice Lowe, Steve Oram y Amy Jump, por Sightseers (Ben Wheatley).
- Astor de Plata al Mejor Actor: Ílyas Salman, por Night of Silence (Reis Çelik) / Pablo Pinto, por De Martes a Martes (Gustavo Triviño).
- Astor de Plata a la Mejor Actriz: Soko, por Augustine (Alice Winocour).
- Mención especial: Memories Look at Me, de Song Fang.
PREMIOS COMPETENCIA ARGENTINA
- Mejor largometraje: Hermanos de Sangre, de Daniel de la Vega.
- Mejor director: José Celestino Campusano, por Fango.
- Mejor cortometraje: Ojos, de Pablo Gonzalo Pérez.
- Mejor directora cortometraje: Geraldine Barón, por Hotel Y.
PREMIOS COMPETENCIA LATINOAMERICANA
- Mejor largometraje: Las Cosas como Son, de Fernando Lavanderos.
- Mención: El Bella Vista, de Alicia Cano, y Post Tenebras Lux, de Carlos Reygadas.
- Mejor cortometraje: Reality 2.0, de Víctor Orozco Ramírez.
- Mención: Linear, de Amir Admoni.
PREMIO DEL PÚBLICO
- Mejor película: El Impenetrable, de Daniele Incalcaterra y Fausta Quattrini.
COBERTURA DÍA 8
Sightseers, de Ben Weathley (Sección: Competencia Internacional) por Ulises Picoli. Calificación: 9.
La película de Ben Weathley luego de la salvaje Kill List es un film que se decanta por un humor negro (negrísimo) y que va tomando matices más oscuros a medida que la jornada de esta pareja de turistas (“sightseers”) va desplegándose. La película comienza con Chris llevando a su reciente novia Tina a recorrer parques tremendamente aburridos de Inglaterra: el museo del tranvía, del lápiz, etc. Durante el viaje se irá develando la personalidad de este, porque si acaso el film presentaba un humor jodido en su inicio ya después no habrá vuelta atrás, girando hacia la demencia. Un territorio donde Tina extrañamente se encontrará a gusto. Sorprende la seguridad de Wheatley para contar la historia, confiando en sus personajes, dándole un marco real (con cierta lógica) a la locura, logrando generar empatía por estos seres de pocos escrúpulos. Los papeles de Tina y Chris son interpretados por Alice Lowe y Steve Oram, guionistas de la película, algo que suena lógico cuando uno ve la consistencia con que son dichos los increíbles y cínicos diálogos, porque aunque nos suenen perturbadores, en un oscuro lugar de nuestra cabeza, el raid delictivo de esta pareja nos termina resultando fundado.
Jessico, de Alejandro Martín Arias (Sección: BSO – OST) por Leonardo Perez. Calificación: 7.
Lo sorprendente de Jessico (la película) es que aún no siendo fanático de la banda es un producto que se disfruta. Si bien en el comienzo pueda que exista un abuso de cámara en mano, a medida que nos adentramos en el universo Babasonicos, el estilo simple y dinámico del documental nos retrotrae al difícil año del 2001 y de cómo se va gestando un álbum que no solo se convertiría en un hito de la música nacional sino también los posicionaría como una de las bandas más influyentes del rock latino. Jessico nos pasea por un caleidoscopio de anécdotas sobre la creación de los diferentes tracks que componen el disco y nos presenta a los Babasonicos como personas normales, lejos de lo excéntrico e incorrectos que puedan llegar a parecer en escena. Es un film que quizás deje con sabor a poco a sus fans más radicales, pero que a los que crecieron escuchando sus temas infinidades de veces en radio, televisión y porque negarlo, en todos los pubs desde su salida hasta la actualidad, va dejar satisfechos con la sensación de conocer ahora un poco más sobre la historia del rock.
For Love’s Sake, de Takashi Miike (Sección: Autores) por Ulises Picoli. Calificación: 9.
Miike es una fija en los festivales internacionales. También una apuesta segura. Y como siempre, Miike no teme a los extremos. Esta aventura con musicales, acción y comedia no para un segundo, son 130 minutos de delirio made in japan acerca de un joven rebelde y su enamorada. Uno podría pensar que esto es simple, nunca lo es con Miike. La película arranca con el encuentro entre dos niños, ahí su destino quedara marcado (literalmente), ella enamorada de su salvador y él con una cicatriz en su frente. Años después, ya cursando la secundaria, sus destinos se vuelven a cruzar y Ai decidirá que Makoto, su salvador de la infancia, abandone su vida de constantes peleas. Ahora el desenfreno, un humor con tiempos perfectos y una puesta en escena acorde al musical (recargado, vivo y luminoso) hacen de Ai to Makoto/For Love’s Sake otra prueba del gran momento que esta pasando esta máquina de hacer películas. La estructura es inesperada, una primera parte que es musical hecho y derecho pero que promediando el relato se va pareciendo cada vez más a Crows Zero, con peleas y duelos escolares, preparándonos para un final donde el drama culmina a pura emoción. Otro festival de Miike, merecía verse en pantalla grande.
COBERTURA DÍA 7
Doomsday Book, de Jee-woon Kim y Pil-Sung Yim (Sección: Hora Cero) por Ulises Picoli. Calificación: 6.
Este film, presentado en la seccion Hora Cero, agrupa a dos de los mejores directores de género que Corea del Sur puede dar hoy. Yim Pil-Sung (Hansel y Gretel, Antarctic Journal) y Kim Jee-woon (I Saw the Devil, A Tale of Two Sisters) es un colectivo de tres historias sin otra vinculación que la de desarrollar tres variantes del fin del mundo. Y hasta ahí. Porque el sgundo segmento, dirigido por Kim Jee-woon, acerca de un robot que encuentra la iluminación en un templo budista, mucho de apocalíptico no tiene. Y aunque no se cuestiona el cuidado visual y narrativo de esa parte, la historia es densa y termina por aburrir. Lo mejor viene de mano de Yim Pil-Sung en la historia inicial y la de cierre. En esas se logra combinar la idea de apocalipsis con una acertada cuota de humor e ironia[principalmente en la utilización de los medios de comunicación durante la vorágine apocalíptica). El tono desenfadado y la poca gravedad con las que cuenta las historias de zombies (primera) y de un meteorito que se acerca a la tierra (última) equilibran la balanza dando un resultado positivo.
Hanaan, de Ruslan Pak (Sección: Postales del Sur) por Ulises Picoli. Calificación: 3.
El policial Hanaan, presentado en el foco de nuevos directores coreanos, fue uno de las más flojas propuestas que tuve oportunidad de ver a lo largo del festival. Este 'policial' cuenta la historia de grupo de coreanos tratando de salir adelante en Uzbekistán, un film denso, sobrecargado de un drama forzado con una serie casualidades que no ayudan narrativamente. Cuatro amigos que irán arruinando su vida, casi todas por algún vínculo con la droga. El personaje principal (que llega a ser policía pero renuncia por la corrupción) cae en las drogas, se arrastra por la vida y luego logra una especie de redención. Todo a través de un cúmulo de acontecimientos fortuitos que se sienten encastrados en el relato para subrayar el sufrimiento del personaje. Una cámara que desea mostrar angustia pero que solo alecciona burdamente, solo resulta interesante el vistazo a la dura vida del inmigrante, y para de contar.
El Vampiro Negro, de Román Viñoly Barreto (Sección: Román Viñoly Barreto) por Ulises Picoli. Calificación: 9.
El film de Román Viñoly Barreto presentado por Fernando Martin Peña en revisiones de filmoteca es una reformulación de la obra maestra de Fritz Lang M El Vampiro de Dusseldorf. Este clásico basado en un hecho histórico de sucedido en Alemania acerca de un asesino de niños, es tan impresionante como duro. El drama de un hombre enfermo que comete aberrantes crímenes nos apabulla por la tremenda humanidad del personaje principal (en el original un genial Peter Lorre, en la remake un Nathan Pinzón que no se queda atrás). El agregado en esta nueva versión es una contrapartida igual de oscura encarnada en el fiscal que sigue el caso. Algunas actuaciones demasiado acartonadas junto a ciertas ideas demasiado verbalizadas (y remarcadas) son uno de los pocos puntos en contra de esta gran película. El aspecto técnico es de lo más gratificante, una fotografía impresionante y una puesta en escena expresionista soberbia permite hundirnos en ese infierno personal. Una película inolvidable para el cine argentino que sale airosa frente a aquella obra de Lang, no es poco.
COBERTURA DÍA 6
The Deep, de Baltasar Kormákur (Sección: Competencia Internacional) por Ulises Picoli. Calificación: 7.
Una de las películas de la competencia internacional de la que se venía hablando era The Deep: la historia de un hombre que sobrevive a un accidente marítimo en el Atlántico Norte. El hecho histórico esta contado con simpleza, un merito del director Kormakur ya que toma ese acontecimiento para desmenuzarlo con tan solo una pequeña introducción (para meternos en relato) pero no se regodea en la espectacularidad ni el dramatismo, lo cuenta como una jornada extraordinaria pero sin estridencias, dando el lugar a que nos enfoquemos en el aspecto humano de la vida de este hombre que se convertido en un héroe nacional por sobrevivir más de seis horas nadando en agua helada. Pero el acierto narrativo no exime a la película de cierta morosidad y lentitud, algo que puede resultar en nuestra desconexión del relato.
Walker, de Tsai Ming-liang (Sección: Autores) por Ulises Picoli. Calificación: 8.
El cortometraje de Tsai Ming-liang (de media hora aproximadamente) pone frente a la cámara a un monje que se desplaza muy lentamente mientras la cara queda fija, mostrándonos diferentes partes de un Hong Kong vivo, sucio y urbano. Todo en función de mostrar el tiempo, y redescubrir la 'ciudad' que se pasa de largo. Entonces esta figura filosófica detiene el tiempo para que nos percatemos de la velocidad de la vida, para poder enfrentarnos con la paciencia y la serena contemplación. Es claro, resulta por momentos narrativamente exasperante, pero si uno está dispuesto a tomarse el tiempo, puede disfrutar de una revisión de la vida en las urbes de estos días.
List, de Hong Sang-soo (Sección: Autores) por Ulises Picoli. Calificación: 7.
El tono despreocupado habitual de Hong Sang-soo fue presentado junto al corto de Tsai Ming-liang (aunque no tengan nada más en común que ser asiáticos) y se disfruta de punta a punta. No es que su película resulte una sorpresa, un hallazgo o una obra perdurable, pero si es cierto que este corto entrega una acabada visión del cine de este prolífico director. Su tono algo inocente, y en ocasiones sonso, se puede percibir en cada plano de esta historia que trata sobre una chica que se muda a un pueblo costero junto a su madre, y que en ese primer dia en el lugar, hace una lista de actividades para realizar. En el camino se cruzan con un director de cine (otro tópico constante en el) que se transforma en el interés amoroso de la historia. Con solo tres personajes, el mar y un puñado de situaciones Hong Sang Soo nos regala una sonrisa, sin inventar la pólvora, pero sin pretensiones de hacerlo tampoco.
COBERTURA DÍA 5
The Abc's of Death, de Varios Directores (Sección: Hora Cero) por Ulises Picoli. Calificación: 5.
Los films que combinan a varios directores suelen ser irregulares, aun cuando tienen premisas en común, la disparidad de talentos o perspectivas aportan originalidad y sorpresa, pero también lo genial con lo que simplemente no funciona. The ABC’s of Death engloba a 26 directores que con cada letra del abecedario deben contar una pequeña historia con la muerte como idea central. El film no resulta una total decepción, porque pueden verse diferentes estilos y talentos, pero la cuestión unificadora que a priori parecía interesante, resulta la principal causa de saturación. Porque estar casi dos horas viendo muerte tras muerte agobia, y más cuando hay algunos cortos que se van de mambo, derrapando narrativamente o excediendo el mal gusto (pero sobre gustos… cada uno sabrá decir si se excedieron o no). A lo largo del tortuoso metraje las historias que logran darle oxígeno son aquellas que combinan el humor, la ironía, o el cine dentro del cine, así se encuentran algunas joyitas pero también los que apuestan al exceso y que dan ganas de levantarse e irse.
New Kids Nitro, de Steffen Haars y Flip Van der Kuil (Sección: Sentidos del Humor) por Nicolás Viademonte. Calificación: 8.
Los holandeses Steffen Haars y Flip Van der Kuil vuelven a la carga con New Kids Nitro, la continuación de New Kids Turbo. A diferencia de Todos mis Muertos, film que visionamos ayer con el Función Agotada team y que su reseña se encuentra más abajo, New Kids Nitro posee todos los ingredientes y variantes que necesita una comedia para descotillarte de la risa y encima tiene zombies. Un humor tremendamente incorrecto, momentos de slapstick y varios recursos cómicos más hacen de este film una de las propuestas más originales y descabelladas del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Super Virgin, de Back Seung-Kee (Sección: Postales del Sur) por Ulises Picoli. Calificación: 9.
Dentro de la sección Postales del Sur con las primeras películas de directores coreanos es donde se encuentra lo más interesante y disfrutable del festival (junto a la sección revisiones que nunca defrauda). Tocaba el turno de Super Virgin, primera película de Back Seung-kee, todo un personaje (presente en sala) que siendo profesor de secundaria se largó a dirigir y actuar una historia acerca de un virgen de 30 años en su ciudad natal. Asi con actores casi sin experiencia, amigos y sus propios padres filma una de las más gratas sorpresas del festival. Un film de escaso presupuesto pero lleno de ideas, que arranca pleno de humor (por momentos absurdo) y que para la segunda mitad se confirma como comedia romántica con toques dramáticos, convence en ambas registros y regala un emocionante final. Esta historia de un gordito con anteojos que utiliza un irresistible avatar para conquistar mujeres funciona de punta a punta, un feliz estreno el de Back Seung-kee, espero con ansias su siguiente película para seguir disfrutando de este genial coreano.
COBERTURA DÍA 4
El Intermediario del Diablo, de Peter Medak (Sección: Revisiones) por Ulises Picoli. Calificación: 10.
Uno de los grandes invitados del Festival de Mar del Plata es Peter Medak, un nombre que a priori no me sonaba demasiado, pero luego de ver lo que se consideraba su obra maestra, va a ser difícil olvidar. El Intermediario del Diablo (The Changeling) es un film de fantasmas y terror psicológico donde lo fantasmagórico sugestiona, y da mucho miedo. La historia de John Russell (un genial George C.Scott) comienza con un accidente que le quita todo lo que le importa en la vida, su esposa e hija. Agobiado por su ausencia viaja a Seattle, pero su mudanza a una antigua casa no le brindará la paz que necesita, y que en realidad, no está buscando. Es por eso que ante las primeras señales de una existencia de otro mundo decidirá resolver el misterio que acosa ese lugar. Una película que entrega una tensión abrumadora, con momentos donde las tinieblas cobran vida y la aparición de lo fantasmal se transformará en algo ansiado por nosotros con tal de poder quitarnos ese angustiante fuera de campo. Luego de ver The Changeling, la oscuridad al final de una escalera ya nunca será lo mismo.
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Todos mis Muertos, de Mad Crampi (Sección: Las Venas Abiertas) por Nicolás Viademonte. Calificación: 4.
Muchas veces en el cine el todo no es la suma de las partes y esto queda muy claro con Todos mis Muertos, una película que pone muertos vivientes en el lejano oeste argentino, que posee una estética de spaghetti western, muchos homenajes al maestro Sergio Leone y una abrumadora banda de sonido Morricone's style. Lamentablemente el nuevo film de Mad Crampi posee todo eso y más, pero ejecutado la mayoría de las veces de manera abusiva y exagerada y también sin construcción y desarrollo narrativo. El uso totalmente inmoderado de la filosa banda sonora y la exposición de algunos actores que no dan la talla son dos claros ejemplos de lo que explico más arriba. Más allá de esto el film posee varios momentos disfrutables, aunque lamentablemente no llegan a suplir los innecesarios excesos de su puesta en escena y sus claras falencias narrativas.
Cuando cae la Oscuridad, de Kathryn Bigelow (Sección: Revisiones), por Ulises Picoli. Calificación: 9.
La segunda película de Kathryn Bigelow data del año 1989 y en ella se pueden ver todo el talento que terminaría plasmando en esa genial obra llamada Punto Límite (Point Break), aquí otra vez un hombre debe unirse a un grupo con códigos propios, ganándose la confianza de sus integrantes. La diferencia es que troca la banda de asaltantes de bancos (y surferos) por vampiros. Son vampiros pero también se manejan como criminales, una pandilla que mata para alimentarse donde los humanos son alimento pero también posibles compañeros. Así la inclusión por medio de Mae de un joven ranchero en el grupo viene impulsada más por la propia soledad de la joven que por mero alimento. El grupo comandado por el genial actor Lance Henriksen va girando sin hogar, alimentándose al paso y desprolijamente. Es por esta anárquica organización (potenciado por el nuevo integrante) que se da uno de las grandes momentos de la película, la intrusión de la pandilla en un bar donde se desata un bello infierno con un sorprendente Bill Paxton. La consecuencia de ese acto traerá aparejado otro inolvidable momento, un enfrentamiento con la policía que es puro policial y western. Todo eso es posible gracias al inmenso talento de Bigelow. La hipnótica banda de sonido hecha por Tangerine Dream se acopla a la perfección a la estética del film para mostrar la sensibilidad de una época, entregando un film de vampiros (aunque nunca lo digan) inolvidable.
COBERTURA DÍA 3
Aftershock, de Nicolás López (Sección: Hora Cero) por Nicolás Viademonte. Calificación: 3.
El martes venía muy bien con los visionados de Let Me Out y Gimme the Lot (absoluta obra maestra), pero lamentablemente con Aftershock la noche tomo un sabor terriblemente amargo. El debut internacional del chileno Nicolás López, que cuenta con la actuación del querido Eli Roth, es la primera gran decepción del festival. Un excelente comienzo a puro punchi punchi y una fluida narración en el bordeado de los personajes hacían suponer que estaríamos en frente de una gran película, aunque lamentablemente el terremoto no sólo derribó las estructuras de Valparaíso sino que también se encargó de destruir los cimientos de la obra. Una película cuyo único significado es hacer sufrir a sus protagonistas (y por derivación al público) con violaciones por partida doble, crueles asesinatos, abortos, bebes muertos, despiadados presos y demás cuestiones que no se acercan en absoluto a su promisorio comienzo. Aftershock con el pasar de sus secuencias pareciese derivar en una película explotation, aunque la seriedad y el poco humor con lo que es planteada la catástrofe, terminan por traicionar ese espíritu fresco y despreocupado de su comienzo.
Gimme the Loot, de Adam Leon (Sección: Busco mi Destino) por Ulises Picoli. Calificación: 10.
En lo que va del festival la ópera prima de Adam Leon Gimme the Loot (Dame la Plata) es la obra maestra que uno puede agradecer haber visto. El film de dos grafiteros en Nueva York es tan vital como crudo. Un relato donde la ciudad es otro personaje que acompaña a los excelentes no-actores Tashiana Washington y Ty Hickson en la jornada de buscar 500 dólares para concretar una venganza contra un grupo de grafiteros que arruinó una de sus obras. La ciudad vive como para adentrarse en cada vereda, baldío y negocio, también el riesgo y el temor están ahí, pero alejados del prejuicio, a través de los ojos de un director que siente la calle con una naturalidad oxigena. Los travellings sirven para contar con fluidez, dejando que las conversaciones resulten casuales y frescas, permitiéndonos adentrarnos en ese mundo pleno de sincera humanidad, y sin lugar dudas, importante de descubrir. Nota aparte merece la fantástica banda de sonido con música de los 60 que fluye como el relato, con canciones que suenan gastadas de tanta belleza. Una película que justifica al cine, por su vitalidad y por su capacidad para seguir sorprendiendo.
Let me Out, de Chang-lae Kim y Jae Soh (Sección: Postales del Sur) por Ulises Picoli. Calificación: 8.
Uno de los grandes aciertos del Festival de Cine de Mar del Plata es el de haber hecho un foco en óperas primas del cine coreano (del sur), donde se puede ver una simpática comitiva de directores y representantes gubernamentales. A este alegre pack se los ve disfrutando en cada presentación, sacándose fotos o simplemente conversando con la gente en los pasillos. Una frescura que se pudo ver también en el film coreano Let me Out, divertida aventura de un estudiante de cine que es desafiado por un popular director de cine a que plasme en filmico todo aquello que tan idílicamente pregona en su cinéfila verborragia. ¿Qué decide entonces? Decide filmar un melodrama zombie. Así tan bello y desprejuiciado como se oye. Los conflictos entre el equipo técnico, los trucos para resolver las diferentes situaciones teniendo que ajustarse a un presupuesto casi inexistente y los miedos de un director inexperto forman parte de esta feliz aventura de aprendizaje donde el humor tiene una parte fundamental (principalmente en el trinomio de actores zombies) y donde se respira amor por el cine.
COBERTURA DÍA 2
Demonios, de Lamberto Bava (Sección: Revisiones) por Ulises Picoli. Calificación: 8.
Los festivales brindan la oportunidad de reencontrarse o descubrir films de antaño. Luego del frenesí provocado por ver la excelente La Bestia Debe Morir (con un impagable Narciso Ibanez Menta) tocaba el turno de volver a encontrarme con una querida película de mi infancia: Demonios de Lamberto Bava. Valió la pena el reencuentro. Demonios es cine dentro del cine, en este caso, terror dentro del cine. La historia comienza con una extraña invitación a personas casuales para ir a ver una película que devendrá en un festival gore liberando los demonios dentro de las personas a pura infección zombie. Con una banda de sonido al palo (con canciones de Mötley Crüe y Billy Idol entre otros metaleros) todo se resuelve a puro mordisco y katanazo. Pocos recursos para ver el festival sangriento que uno va a buscar, y en las palabras del mismísimo Lamberto, partiendo de una idea tan sencilla como la de crear 'pavura' (miedo). Tanto miedo no da, pero si regala un carnaval de monstruos, sexo y rock and roll. Se extrañan estas películas, esas que sólo pretenden utilizar género concentrado para divertir dentro de una sala de cine.
La Bestia Debe Morir, de Román Viñoly Barreto (Sección: Román Viñoly Barreto) por Nicolás Viademonte. Calificación: 10.
Luego de un fallido homenaje dedicado al gran Narciso Ibáñez Menta por parte de distintos intérpretes que lo conocieron a lo largo de su extensa carrera, el Festival de Mar del Plata se dispuso a proyectar la genial La Bestia Debe Morir. El film de 1952 dirigido por Román Viñoly Barreto basado en la novela de Nicholas Blake es una obra maestra absoluta. Un film noir hecho y derecho que se desmarca por su violencia, su ácido humor, giros sorprendentes y principalmente por esas maravillosas actuaciones a cargo del mencionado Narciso Ibáñez Menta y Guillermo Battaglia, destacando la labor de este último como ese tirano e inescrupuloso villano. No quería dejar de mencionar la participación de esa morocha y pulposa debilidad llamada Laura Hidalgo. Sin dudas será complejo encontrar en este certamen una película que pueda acercarse a esa gran obra llamada La Bestia Debe Morir.
Samurái, de Gaspar Scheuer (Sección: Competencia Argentina) por Ulises Picoli. Calificación: 5.
El segundo largometraje de Gaspar Scheuer luego de El Desierto Negro es un film noble en muchos aspectos. Se ve la intención de plasmar una similitud, usando la idea de oposición, entre el gaucho y el samurái, el western como género mítico tanto como para el este como el oeste (pero más al sur). Este recorrido en la jornada del nieto de un samurái que vive en Argentina a fines del 1800 y que sale en búsqueda del mismísimo Saigo Takamori, guerrero legendario que se enfrento contra las armas del emperador luego de la abolición de la casta samurái. En medio de su jornada se encuentra con Poncho Negro (Alejandro Awada), un gaucho sin brazos que batallo en la guerra con Paraguay. Los aspectos técnicos de la película son irreprochables, una fotografía que colma los ojos revelando la belleza del monte y de la aridez del terreno. Pero el desenvolvimiento de la historia resulta de una morosidad y dispersión exasperantes, uno termina desentendiéndose de la historia y de la jornada del personaje principal, un relato que no va hacia ninguna parte. En esa conexión que se trata de crear entre el gaucho y el samurái se falla porque se percibe la imitación de lo japonés, forzando la naturalidad que si se aprecia en ese monte/laberinto.
COBERTURA DÍA 1
John Dies at the End, de Don Coscarelli (Sección: Hora Cero) por Ulises Picoli. Calificación: 7.
La última locura de un director indescriptible como Don Coscarelli se llama John Dies at the End, y ese título tan clarificador se debe a la única razón de tratar de limitar un film que es incertidumbre pura, que sobrevive con reflejos salvajes donde el más dulce delirio se da cita en una historia que parece salida de la serie Supernatural pero irradiada de humor absurdo. El dúo de protagonistas, una dupla de amigos bastante peculiar, funcionan acorde a lo anormal del relato, y los escasos recursos con que cuenta en presupuesto están suplidos con inteligencia y desvergüenza. La historia, basada en una delirante novela de un tal Jason Pargin, es la de dos jóvenes que por resultado de consumir una droga llamada 'salsa de soja' se sumergen en un océano de espíritus, seres de otras dimensiones y monstruos dignos del Almuerzo Desnudo de David Cronenberg. Un relato que tiene un punto de partida sencillo pero que mediante rupturas, por momentos abrumadoras, del espacio y el tiempo logra una imprevisibilidad donde no podemos calcular hasta dónde llegará el relato. Coscarelli nos invita a un mundo donde una salchicha alemana puede ser un celular, los perros manejan autos y la salsa de soja produce el último viaje alucinógeno, permitiéndonos descomponer la realidad cotidiana, que ya no podrá ser vista con los mismos ojos.
Ralph: El Demoledor, de Rich Moore (Sección: Autores) por Nicolás Viademonte. Calificación: 7.
El debut de Rich Moore, uno de los principales directores de Futurama, en la gran pantalla pintaba para ser una de las grandes películas del Festival por su intento de evocar el espíritu gamer que todos llevamos dentro. Lamentablemente la película con su trailer, su poster y ese comienzo con las apariciones de Ken, Ryu, Sonic, Mr. Bison y varios más hacía pensar que esa premisa finalmente se iba a cumplir, pero lo que parecía un homenaje a los juegos que supimos disfrutar en el pasado (y también en el presente) se va diluyendo para dar paso a un mundo de tres juegos no tan populares que contiene la típica trama de Disney cargada de todas las enseñanzas que el estudio de Mickey ha sabido desplegar en toda su historia. Más allá de esta venta de humo a cargo de los productores de Ralph: El Demoledor, el film consigue entretener y tiene secuencias donde el aprovechamiento del 3D paga el valor de la entrada, aunque lamentablemente deja una sensación de insatisfacción por desperdiciar una idea que podría haberse convertido en una verdadera celebración autoconsciente gamer.
