Cazador de Hombres, de Michael Mann (Sección: Generación VHS) por Leonardo Perez. Puntaje: 7.
Una deuda pendiente que tenía respecto al director Michael Mann (El Informante, Fuego contra Fuego, Colateral) era su adaptación de la novela de Thomas Harris llamada Dragón Rojo, libro que forma parte de la saga de Hannibal Lecter. Dragón Rojo tuvo su adaptación posterior en el 2002 con Brett Ratner como director, y con ton/">Edward Norton, Ralph Finnes y Anthony Hopkins en su reparto. En esta primera versión, ferozmente ochentosa, un psicópata asesina familias los días de luna llena y el agente Will Graham (William Petersen), que tiene un pasado traumático cuando capturó a Hannibal Lecter (Brian Cox), es obligado a regresar de su retiro para investigar el caso. La estilización que Mann le imprime al film nos mete de lleno en los años ochenta, potenciada con una banda de sonido que por momentos resulta invasiva (y exuda una simpática grasitud). La gastada copia presentada en la sección Generación VHS logra transmitir ese espíritu de descubrimiento que regalaba alquilar en el videoclub, una grata experiencia encontrarse con el film de esta manera. Si algo hay que para destacar del film es la secuencia final, ahí se disfruta del talento de Mann para la acción, y la puesta en escena de la misma. Como en sus mejores momentos, el enfrentamiento entre Graham y el Dragón Rojo con In The Garden of Even de Iron Butterfly sonando a todo volumen, es toda una experiencia cinematográfica.
La Jalouise, de Philippe Garrel (Sección: Autores) por Laura Dal Poggetto. Puntaje: 6.
Pequeño estudio sobre las relaciones y, justamente, los celos, en La Jalouise Louis (Louis Garrel) es un actor que deja a su esposa para irse a vivir con la también actriz Claudia (Anna Mouglalis). El breve film transcurre entre los ensayos de Louis, sus visitas a su hija (que son también los puntos altos de la película) y flirteos casuales por la calle. En paralelo, La Jalouise sigue las idas y vueltas de Claudia: respecto a su vocación y al mismo Louis. Lejos de la solemnidad y localizada en ambientes íntimos (la mayoría de las escenas son en el departamento mínimo de la pareja principal y en bares), la película de Garrel padre no carga de tragedia las situaciones y dilemas por los que pasan sus personajes. La cotidianeidad retratada devela la banalidad y el egoísmo de éstos, sin atacarlos por ello. La puesta en escena es igualmente despojada, filmada en blanco y negro y con locaciones exteriores que nunca dejan entrever en qué ciudad específica de Francia transcurre.
R100, de toshi-matsumoto/">Hitoshi Matsumoto (Sección: Hora Cero) por Ulises Picoli. Puntaje: 8.
toshi-matsumoto/">Hitoshi Matsumoto, el director más delirante del mainstream japonés, esta vez se aleja del gag directo de la genial Scabbard Samurai (presentada en este mismo festival del año 2011) para entregar otra obra inclasificable. Como en Symbol (2009), la entrada al mundo de toshi-matsumoto/">Matsumoto es bajo nuestro propio riesgo, el único lugar común en su cine es lo inesperado. Uno puede renegar por la falta de ideas en el cine y luego ver quince minutos del cine de toshi-matsumoto/">Matsumoto basta para cambiar de opinión. R100 cuenta la historia de un vendedor que tiene a la mujer en coma, para volver a sentirse vivo, se inscribe en un club de dominatrices. Cuando empiezan a inmiscuirse en su vida personal decide salirse, pero ya es muy tarde. El cine toshi-matsumoto/">Matsumoto se apoya en lo visual, y principalmente, en el manejo de los tiempos para construir su humor (la repetición y el fuera de campo son determinantes en su cine). En el caso de R100 suma la autoconciencia, mechando entre el delirio de la película a un grupo de productores que se hacen las mismas preguntas que los espectadores, jugando con elementos dentro y fuera de la narración. Otra desvergonzada obra de un director que sigue demostrando que la imaginación aún tiene lugar en una sala de cine, y que no hay nada más fantástico que una buena carcajada.
