El terror y ciencia ficción ha sabido entender como nadie que una invasión debe iniciarse en la pequeña escala. Primero el barrio, después la conquista del mundo. Las películas sobre pueblos que sirven como terreno de prueba para la destrucción de la humanidad han resultado variadas y divertidas, muchas de las cuales respiran lo que se llama cine de segunda, el famoso cine clase B.
Y entre descerebraciones, baños de sangre y matanzas, a veces se deslizan algunas ideas interesantes: el terror a lo extraño invadiendo el mundo privado, el deterioro de los núcleos sociales, y el cuestionamiento de las instituciones que dicen proteger a la gente. Porque después de todo, nada es tan simple como se ve.
Aquí una enumeración caprichosa que confirma que el apocalipsis suele venir en envase chico:
13. Slither (Slither, de James Gunn)
La película del director James Gunn (a punto de estrenar Guardianes de la Galaxia) es una honesta y directa propuesta que se disfruta por el placer de ver una obra que entiende los códigos de un film B. Meteorito que trae a un invasor asqueroso. Un pequeño pueblo con su joven sheriff, un interés amoroso, un alcalde al que no le importa nada (un político de pura cepa). Desplegando dosis justas de sangre, humor, y babosas del espacio exterior, redondea una aventura a la que se hace difícil no mirar con cariño.
12. Evolución (Evolución, de Ivan Reitman)
¿Por qué poner frente un grupo de inadaptados al genial David Duchovny? Porque la amenaza es extraterrestre, y nada más lógico que tener a Mulder de nuestro lado. Los militares por un lado (siempre del lado de la masiva destrucción sin sentido) y unos profesores de secundaria por el otro, y unos bichos que están dispuestos a destruir todo a su paso. Feliz expediente X de manos del director de Los Cazafantasmas.
11. Critters (Critters, de Stephen Herek)
La respuesta directo VHS a los exitosos Gremlins de Joe Dante fueron unas albóndigas peludas carnívoras del espacio exterior. La saga de los Critters comienza en una pequeña granja donde una familia debe sobrevivir la invasión, luego vendría una divertida segunda parte con mayor presupuesto, y una tercera incluye el debut cinematográfico de Leonardo DiCaprio (no hay mucho más que decir al respecto). Creo que hay otras, pero mejor dejarlo ahí. Los ochenta en estado puro, Critters para todos.
10. La Mancha Voraz (The Blob, de Chuck Russell)
Otro meteorito que cae en un pueblo y trae una invasión extraterrestre. Esta vez es un chicle rosa que empieza a devorar todo descontroladamente. El rebelde del pueblo (campera de cuero y moto, obvio) tiene que salvar a la chica, mientras escapan de una masa gigante y glotona que se morfa todo a su camino. Remake de la película del ’58 llamada The Blob con Steve McQueen, en está el protagonista es Kevin Dillon, la devaluación, vió.
9. Aulas Peligrosas (The Faculty, de Robert Rodriguez)
Robert Rodriguez la tiene muy clara. O al menos eso parece cuando uno ve sus divertidos recorridos por diversos géneros. The Faculty (el título original) sería una versión adolescente del clásico The Puppet Masters de Heinlein, novela emblemática sobre unos invasores que controlan a los humanos. El microcosmos en este caso una escuela secundaria (la faculty del título), porque claro, ahí los comportamientos anómalos no resultan tan extraños después de todo.
8. The Crazies (The Crazies, de George A. Romero)
Un virus vuelve a los ciudadanos de un pueblo en psicópatas asesinos. ¿Quién puede haber creado semejante aberración? Los militares norteamericanos. Hay dos versiones, la original de George A. Romero no es una de mis preferidas. Su narración va a los tropezones y sus cualidades técnicas son precarias, la remake del 2010 logra ser más disfrutable y funcional. Pero en la versión de Romero hay que reconocerle que la exposición del aparato militar americano y su despiadada forma de manejarse, poniendo en perspectiva quién es quién en cuanto a la locura, si la del virus, o la de los soldados.