Crítica: ‘Gantz: O’

Yokai Attack!

Uno piensa en una película con humanos recreados con CGI y tiene miedo. Ahí están los terribles intentos de Final Fantasy: The Spirits Within (2001), El Expreso Polar (2004), Final Fantasy VII: Advent Children(2005) y Beowulf (2007). Para ser preciso, hay que decir que las dos producciones americanas fueron realizadas por captura de movimiento, sin embargo, el resultado es el mismo. Hay algo de los personajes que espanta (¿serán esos ojos sin brillo?). Se crea una distancia emocional difícil de superar. Es como ver a otro jugar un videojuego, y para encontrar sentido, necesitamos que nos pasen el joystick.

Gantz: O es una película CGI, pero viene a romper (un poco) la maldición de los ojos apagados. Esta historia, basada en un manga (cómic japonés), posterior animé y hasta adaptación live action, propone una historia de ciencia ficción, acción y sangre. Esto es algo así: una inmensa esfera negra (como una bola 8, aunque sin el número) se lleva a personas que acaban de morir para darles una nueva oportunidad. Si logran una determinada cantidad de puntos, pueden volver a la vida. Una muy buena oferta, pero como nada es gratis en la tierra nipona, para lograrlo, van a tener que derrotar seres monstruosos.

Lo que hace bien Gantz: O es confiar completamente en el mundo donde nos sumerge, dando solo pequeñas explicaciones, minimizando los porqués y los cómos. Y principalmente, apoyándose en una acción y animación tremendas.

Gantz: O viene a romper (un poco) la maldición de los ojos apagados que tienen las películas CGI.

La recreaciones de Tokio y Osaka son impresionantes, así también como se ven sus protagonistas, mucho camino se recorrió desde las citadas películas. Pero donde brilla es en el apartado monstruos. Con un desfile yokai(criaturas sobrenaturales), nuestros héroes van a enfrentarse a un sinfín de bestias del folklore japonés que son una delicia.

Aquel no familiarizado ni un poco con el universo de Gantz puede sentirse confundido con varias de las situaciones planteadas, algo a lo que se sobrevive a fuerza de vértigo y sorpresa. En Gantz: O las historias de sus personajes no llegan a desarrollarse (solo un poco la del protagonista, Kato) y deja la sensación de estar a mitad de camino de una aventura más extensa (de hecho, es así). No obstante esas cuestiones, el film funciona por su dinámica visualmente fascinante, y resulta más que efectiva en el microcosmos de la animación por computadora.