Un bárbaro en China.
El debut detrás de las cámaras de Keanu Reeves (si, el de Máxima Velocidad y la trilogía Matrix) es una sorpresa por varias razones. La mayor es que para su debut el actor realizador un film de artes marciales en China. Si, de artes marciales. Y si, en China.
La historia de Man of Tai Chi es la de Tiger (el “Man” del título), último discípulo de una escuela ancestral de Tai Chi que es además, empleado de correos. Su vida se divide entre entrenar y trabajar de forma miserable. Entonces la aparición de Mark Donaka (Keanu Reeves), un empresario de seguridad exitoso, es la oportunidad para otra vida. Pero Donaka tiene una agenda oculta: su negocio paralelo es contratar luchadores para peleas clandestinas.
Lo primero que viene a la cabeza al ver el film es preguntarse porque Keanu Reeves termina dirigiendo una película de artes marciales. Al parecer, el bueno de Reeves, se emocionó con el tema en Matrix. Algo que se confirma debido a que nuestro protagonista Tiger (actor llamado Tiger Hu Chen) fue doble de riesgo en la trilogía de la cual Keanu fue el protagonista. Y bueno, las ganas (y plata made in China) de hacer una de “Kung Fu” dieron como resultado Man of Tai Chi.
La palabras de Reeves sobre el film son esclarecedoras “Tenemos dieciocho peleas, son casi cuarenta minutos de secuencias de acción. Quiero hacer una película sólida de kung fu, buen guión, buena historia… pero con mucho kung fu en el camino”. Deseo cumplido. La película definitivamente es una de artes marciales hecha y derecha (con lo bueno y lo malo que eso trae aparejado). El problema es que no queda mucho más que eso para destacar. Las escenas de acción están filmadas con mucho detalle y se disfrutan, pero no hay demasiadas ideas visuales (a excepción de la que, por el juego de luces utilizado, simula una discoteca). Los enfrentamientos ocupan tanto tiempo que terminan asfixiando por la escasa utilización del espacio en los mismos. Demasiado mano a mano, no hay desplazamiento ni despliegue acrobático.
Otra de las cuestiones es la dificultad para conectar con la historia. En ese devenir de pelea tras pelea no hay un desarrollo emocional de nuestro héroe.
La corrupción del hombre de corazón puro en su ansia para mostrar el poder de sus puños está claro. En el ring podemos ver el oscurecimiento de su espíritu, fuera de él, es solo un tipo sin carisma y de pocos gestos con un peinado que recuerda a John Cazale (ese gran actor de El Padrino y Tarde de Perros). ¿Entonces que nos queda? Un acrecentamiento de peleas que al principio resultan interesantes pero que van perdiendo sentido. Golpe a golpe se va derrumbando la escasa simpatía hacía Tiger y la historia.
El guión es lineal y suma burdamente una investigación policial a manos de la policía de Hong Kong como para poder atar cabos respecto de ciertas resoluciones. Ahí se lo ve a Simon Yam (una habitué de las de Johnnie To) como superintendente de policía en un papel que insignificante y que solo suma como dato de color. Si algo puede destacarse es el Donaka de Reeves. Su frialdad (frecuente en su actuación) permite un personaje que a pesar de vender un gran “negocio”, transmite oscuras motivaciones filosóficas.
Habrá que ver como sigue esta extraña aventura cinematográfica de Keanu. Por lo pronto, su opera prima resulta un film que pelea mucho y cuenta poco, pero que no resulta del todo un desperdicio.
Título Original: Man of Tai Chi // Dirección: Keanu Reeves // Reparto: Keanu Reeves, Tiger Chen, Karen Mok, Simon Yam, Iko Uwais // Guión: Michael G. Cooney // Duración: 105 minutos // Género: Acción, Artes Marciales // Fecha de Estreno en CHI: 05 de Julio de 2013